Las nuevas tecnologías han aportado mucho a la hora de facilitarnos la vida. Sin embargo, también han generado nuevas patologías. A la ya conocida nomophobia, la dependencia al móvil, se le suma ahora el FOBO; miedo a estar desconectado.
FOBO responde al acrónimo inglés de Fear of Being Offline y se ha demostrado como una patología psíquica que se está instalando entre el público más joven. La intensa vida online de muchos de nosotros, con perfiles sociales abiertos en casi todas las plataformas, no ha hecho más que ser el punto de origen que alimenta este miedo a perderse alguna actualización o comentario.
Facebook ya lo alertó hace poco al rebelar que el 70% de los menores de 24 años precisa estar permanentemente conectado. La ansiedad que les genera poder quedarse sin batería o sin acceso wi-fi es el principal desencadenante de este nuevo miedo. Un miedo que ha conseguido desbancar a la televisión como principal medio de distracción de los jóvenes: el 60% asegura que prefiere quedarse sin tele antes que sin móvil.
Y es que el móvil se ha convertido ya en la puerta de acceso de muchos de nosotros al mundo virtual. El acceso a las redes sociales ya es mayoritariamente móvil y muchas de las búsquedas de información inmediata se hacen también desde nuestros smartphones. Sólo en caso de necesitar ampliar dicha información es cuando acudimos al ordenador.
El acceso a las redes sociales es el principal uso que hacen los jóvenes de sus teléfonos. Según este estudio publicado por Facebook, prácticamente la mitad de los adolescentes americanos asegura no poder estar sin ellas, e incluso sentirse perdido sin ellas. Una proporción que se eleva hasta el 69% en Indonesia.
