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King of App

El hipnótico poder de un botón

El listado de Apps poca o ninguna utilidad más allá de perder el tiempo es largo y prácticamente inagotable. Hace unos días hablamos de Ethan, una aplicación de mensajería cuyo destinatario es el desarrollador de la App y que únicamente sirve para pedirle su opinión sobre todo cuanto queramos. Pues bien, las hay aún más absurdas, como es el caso de Hold de button.

El objetivo de esta aplicación no es otro que cuantificar el tiempo que somos capaces de mantener pulsado un botón. Al acceder a ella aparece en pantalla la recreación de una huella digital sobre la cual debemos poner nuestro dedo índice. En ese momento, se activa un contador. Al retirar el dedo, este se para y nos muestra un historial donde poder consultar las anteriores marcas durante los últimos siete días. Nada más.

Lo divertido de esta App es que, tras retirar el dedo, alenta el reto gracias a un mensaje simple pero efectivo: “piensa que mientras tu has soltado el botón, hay alguien más que lo mantiene pulsado”. Pocas frases son tan capaces de aunar reto e interpelación a nuestro ego. El récord, según datos de la propia aplicación está en unos asombrosos, y poco realistas, 6 días 23 horas y 59 minutos.

Curiosa si con ella se organizan competiciones con los amigos pero inútil en cuanto a funcionalidad. Una excusa si lo que se quiere es perder el tiempo, la tan llamada procrastinación, pero un peligro en el trabajo y seria candidata a pasarse el resto de su vida en la última pantalla de nuestro desktop de aplicaciones, si no a ser borrada al poco de descargarla.

Hold the button es, por su simplicidad y escasa recompensa, capaz de competir entre las Apps más absurdas de los markets con notable éxito de descargas. Desconocemos si es por su caracter absurdo o si es porque, como los propios desarrolladores admiten: es un juego estúpido, compártelo con tus amigos. En todo caso ha superado las 50.000 descargas.

No sabemos si lo vais a compartir, ni siquiera si os vais a descargar esta App pero, cuidado, aún por absurda, resulta un juego ciertamente adictivo.

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